domingo, 12 de abril de 2009

MÚSICA Y LITERATURA


¡MÚSICA! ¡MÚSICA! ¡MÚSICA!

El cuerpo vibra. Las manos vibran. El pensamiento vibra. La voz vibra. El barrio vibra. La comuna vibra. Vestir a las palabras de música. Engalanar al lenguaje con su etérea metamorfosis: música de pasión. De la pasión dolor. Del dolor amor. Del amor música. Eterna luminosa en una copa de veneno. La espesura del tango en la mitad del escote. Una confesión, una perdición, una historia ermitaña que contar. Los ojos se cierran en la mitad del perfume. En la mitad del pasado. Eterna luminosa y vieja juventud. La boca húmeda y los labios atravesados por un beso. Doloroso beso del olvido. La rosa y el malevo. Mil mares de distancia entre nuestras palabras. La lejanía. Música que vibra como el color del humo, con el aroma de los inviernos. Música cielo. Música para ejercitar el corazón. Música de presidio. Música de amistad. Música de callejones. Las Trompetas y las balas brillan. Los tambores y el zumbido de los plones. Un zapateo por las escaleras. El bit. La caja y el sonador. El guapo. La calle y la luna. La calle y el sol. El santo y el babalao. El bongo y el timbal. Oye latino, oye hermano, oye amigo, el bajo vibra y la hembra flamingo. El pregón. Lagrimas de dulce y la soledad de Lavoe, y en el barrio el prendon y la sonaja. Una madre llora loma arriba. “El guapo” dice los carteles. El guapo no aguanto ma´. Música de carnaval. Música de los vientos. Música de la esperanza. Música de minorías. Música de la nueva babilon. De pies desnudos que saltan en su paraíso. Cabellos gruesos y el humo de nuevo. La paz y las arenas del los mares verdes. Una negra danza. Una negra amante. Una negra música. El cuerpo suda y quiere amar. Levántate. En pie áfrica mía. En pie soldados del amor. En la voz el color. En la voz el dolor. En la voz la libertad. Música de la espera. Música del destierro. Música de la unión. Música azul de los ríos. Música de la esclavitud. Música de niños enfermos. Música de límites. Música de rocas. Música de espíritu juvenil. Música de sótanos, guardillas y garajes. Palabras que denuncian. La guitarra desafina. El corazón desafina. Los días negros. Las adicciones. El sabor de la derrota en la boca. La filosofía pura y la sin razón. Las manos arden y los corazones negros. La disonancia y el cansancio de la juventud. La contravía. El cabello y la piel saturada. Un ceño fruncido y la cabeza mirando las líneas. La fuerza del desasosiego. El fuego… el fuego y un arma en la mitad de los pensamientos. El recuerdo. Música de excesos. Música de hilos de oro. Música de voces rotas. Música de ritos. Música de suspiros y sepelios. Música de hogueras. Música de héroes muertos en la mitad de su niñez. Música de la fe. Música de las viejas místicas. Música de los encuentros. Música de la alquimia. Música de lo sagrado. Música de lo profano. Música de nuevas fábulas. Palabras que sangran. Los oídos buscan las debilidades. Las letras encuentran presidiarios. Es el destino. Sonidos. Señuelos. Historias entregadas en el sacrificio. Música que destila lo humano. Música de la vergüenza y de la lucha. Música de la pasión. Música del dolor. Música del amor. Música que narra la historia de la calle. La historia del barrio. La historia de la comuna. Música de la ciudad. Música de esta agonía por sentir el baile de las palabras. Música para vibrar los pensamientos.

PARA VIBRAR.

QUE VIBRE EL CUERPO.

QUE VIBREN LOS OJOS.

QUE VIBREN LOS LABIOS.


VIBRA EL ALMA LLENA DE MÚSICA.

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