domingo, 12 de abril de 2009

TALLER LITERARIO: INSTRUCCIONES



Toda la vida las personas esperamos indicios o indicaciones de cómo debemos hacer las cosas, de cómo nos debemos comportar en X o Y situación. Toda la vida las personas esperamos corrientemente a que se nos ubique en el mundo con una gran marca. Toda la vida a las personas se nos olvida olvidar. Al parecer nuestras vidas no nos pertenecen.
Al parecer requerimos de instrucciones para sabernos vivos. Todas las personas estamos tan ocupadas buscando las respuestas para ser exitosos y venerados por otras personas que también buscan frenéticamente la magia de la existencia. Todas las personas estamos tan despiertas. Todas las personas estamos tan satisfechas. Todas las personas estamos tan absurdamente felices con nuestras cosas. Todas las personas estamos tan llenas de soluciones inmediatas que nos ahorran la necesidad de inventar. En la escuela nos enseñaron bien. En la escuela nos enseñaron el derecho y el reverso de las cosas. Nos enseñaron el arriba y el abajo. Nos enseñaron la izquierda y la derecha. Nos enseñaron el ruido y el silencio. Nos enseñaron. Nos domesticaron. Fue necesario. Es realmente necesario. Nos enseñan la inutilidad de crear. La urgencia de crear. Nos olvidamos del gesto primario de inventar pequeñas recetas para hacer grandes y maravillosas las cosas. La necesidad de sorprenderse con una pequeña gota de miel bajando por la botella. Despacio. Más despacio. Ahora más despacio dejando una huella dulce y dorada para que otras gotas no se pierdan por el camino. Para que se dejen caer lentamente. Para que se escapen de la espesura de la masa y sean solamente una gota que desciende despacio.

Al parecer estamos tan despiertos en este mundo, que necesitamos un titulo grande y vistoso, en mayúscula, con negrilla y a 14 puntos con la palabra INSTRUCCIONES para dirigir nuestra atención y buscar algún secreto que aliviane nuestras cargas. ¿Cuándo se nos acabo el tiempo? Desesperados le damos vueltas al empaque para seguir el modelo para armar. Las flechas y los números. Para seguir atenta y cuidadosamente nuestra necesidad de hacer lo indicado. Lo establecido. Para preservar el orden. El derecho. ¿Cuándo se nos acabo el espacio? Las preguntas nos vuelven más pesado el encontrar la salida. Las respuestas. La luces. Los indicios. Las indicaciones. Las instrucciones. En la punta de la pirámide están las instrucciones. ¿Necesitas instrucciones?:



INSTRUCCIONES SIMPLES PARA ENCONTRAR LO SIMPLE



Para empezar, escriba letreros y cartas en diferentes papeles en donde notifique a familiares, amigos y empleados que ud. desaparecerá. Compre las suficientes estampillas. Escriba cuidadosamente el destinatario, remítalas y diríjase a su servicio aeropostal para efectuar el envío. (Tenga cuidado de no marcar correctamente alguna, podría extraviarse en el aire) Luego es necesario que se deshaga de todos las ataduras de los zapatos (Es vital e importante para los pasos 4 y 5).
Con un pequeño martillo detenga el tiempo. Rompa cada reloj de la casa, persiga aquellas manecillas y minuteros por el desván, hasta la cocina, en el armario. En el zapatero. Con el martillo propíciele tres golpecitos con cariño o simplemente desconéctelos.
Con cuidado de sus pies sin calzas, salga a un patio o cualquier zona abierta cercana a su residencia. Sienta una a una la superficie de las piedrecitas que van marcando sus propios caminos en sus plantas de los pies. En ese pequeño instante. Cuidado es realmente pequeño, ud. desparecerá. Abra los brazos a la altura del pecho. Incline su cabeza 90° dirigiéndose al cielo. Cierre los ojos y ahí, en ese momento, espere silencioso una pequeña gota de rocío que el cielo le enviara en respuesta a su carta (carta extraviada en el servicio aeropostal) y que le caerá en ese preciso instante, sin tiempo y espacio, como una gota de miel, que cae despacio en la botella de la vida. Vista nuevamente sus pies. Salga de su casa. Coja el metro o el bus. Llegue a su oficina. Y conteste el teléfono que en este momento suena.

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