domingo, 12 de abril de 2009

TALLER DE GLÍGLICO


GLÍGLICO, JITANJÁFORAS Y DISPARATES
(MUSICALIDAD DEL LENGUAJE)

En medio del horizonte alfabético, existen palabras que deciden su propio orden, son proscritas, son bestias difíciles de doblegar. Pero ¿para qué domarlas? ¿Para qué someterlas a una sola lógica?
Estas pobres errabundas se han silenciado en el cerco primitivo de nuestro paladar.
Estas pobres tergiversadas se han exiliado al borde del papel, en el filo del sentido. En el linde de lo ortopédico y ortográficamente correcto, de lo semánticamente posible.
Estas pobres disparatadas esperamos en la orilla por un encuentro, por un pequeño cosquilleo de nuestras lenguas con el secreto que ellas suspicazmente guardan, con su literatura, con la música, con la danza de la poesía, con la tersa piel del lenguaje, pero que tan solo hay que seducirlas para que estas despeinadas y desvariadas accedan a jugar inmediatamente con cualquiera.

Estas sin vergüenzas con facilidad se dejan ver entre tanta gente, estas hermosas y desdichadas son las palabras de la verdadera creación:

En medio del horizonte del alfastezto, sin carnulias ni somes, las corceas lambisten al sot, estumpen por toda las bocalidas y sostienen el timates. Mira con cuidado, al lado un tryion o un vion, pero las corceas musicastean y valparamidan las finas musas, en donde el mundo es sertunio y ermústio.
Ven y coustimba la son, con un tantico de tu sensa, de tu palidesca y de tu persaca para que sin carnulias ni somes, te gosnesques y te rincanbas de la sontosna.



La invitación siempre abierta a juagar con estas palabras que se deshacen en la boca, como un algodón dulce de feria o un cristal de azúcar, que llegan a la garganta y detienen por un momento, solo por un momento, al parecer el único sentido del mundo.

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