miércoles, 1 de abril de 2009

TE LEO


TE LEO

Si de antemano los textos supusieran en sus portadas o en sus prólogos la aventura en la que cada lector se embarca al abrir una página, la tarea como viajeros errantes por los confines del vasto universo literario, valdrían poco la pena, y es que la naturaleza de los viajes está definida por lo que es maravillosamente invisible e increíble. La apuesta por guiar esta aventura en un principio no parece fácil, te enfrentas con la incertidumbre, con las diferentes experiencias, sin embargo con el tiempo se convierte en un viaje de la mano de las letras y a bordo del Te Leo, una solo invitación: juntar letras, en voz alta, que sean parte del equipaje. El Te Leo es una táctica que apunta a la construcción de lectores y escritores, en colegios, escuelas, hogares comunitarios, parques, calles, espacios públicos, bibliotecas, dispuestos a reconocer realidades alternas, en la literatura; es una cruzada por el reconocimiento lúdico de las palabras en la construcción de individuos. Te leo es permitirse la oportunidad de abrir las ventanas de la percepción del alma, del cuerpo, del corazón para que entre y salgan nuevas historias.



Tomas un libro, con mucho cuidado, sin que se le partan las hojas, miras su portada, lo hueles, lo sientes… tiene vida, es tu pasaje de entrada.



Comienzas a leer, esa es la primera parte de la aventura y de ahí se desprenden un sinnúmero de sensaciones que no puedes parar. Los ojos de los niños brillan con un cuento de aventuras, sueñan siendo grandes caballeros que vencen el mal y rescatan princesas, las jóvenes suspiran al sentir que pueden ser hadas o princesas que finalmente encuentran al amor de su vida siendo un sapo horrendo, un abuelo recuerda cuando era niño y una madre sonríe al saber que su cuento se hizo realidad.



Te leo cuando veo imágenes e invento historias, cuando te atreves a escribir y dejas de lado el miedo a ser leído, Te leo es deletrearte ele i ele i a ene a pe qu u e eñe a ce hache i ce a c ele o ere o efe i ele a Te leo es que los oídos estén dispuestos a una voz, que narra algún suceso con el ánimo de animar lo paralizado. Te leo es una hoja de papel iris, que antes hizo parte de un simple arrume en el olvido y que hoy es una historia de elefantes morados con bolas rosadas, de casas en el aire, de peces axolotl, de bicicletas maniobradas por patos, de obreros trotskistas, de monstruos domésticos, de un árbol de naranjas, de colores, de reyes enojados, de palabras que reemplazan las silenciadas por la violencia, la opresión y la indiferencia.

Te leo es leerse, leerte, leernos es simplemente sentir que ya viene lo será leído, es un guayacán rosado florecido por las calles empinadas de alguna comuna en un bus con música popular, es un acento agradable al oído y al corazón.

Te leo y no te das cuenta… pero te leo, solo que aún no te has percatado…

Tú lees, Teleo.

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